La Felación

EL ARTE DE LA FELACIÓN
La felación es el estimulo directo sobre el pene en la que se utilizan los labios, la lengua y la boca.
Algunas mujeres se muestran reacias a realizar esta actividad sexual, y algunas, cada vez menos, lo consideran un tema tabú.
Por suerte la mayoría de las mujeres disfrutan mucho mientras realizan una felación a su pareja, ya que además de la excitación puramente sexual que produce en ellas, también tiene aspectos sicológicos de poder e intimidad completa.
Es de suma importancia que los dos miembros de la pareja conozcan bien sus preferencias, comunicándose entre ellos cualquier preferencia o límite que tengan, una actitud positiva es la de crear de antemano las normas necesarias para dejar clara la situación, aunque estas normalmente van flexibilizándose a lo largo de la relación a causa de la confianza y la búsqueda de nuevas experiencias.
Si por ejemplo no quiere que su compañero le eyacule dentro la boca, es normal que los dos pacten una señal previa para retirar el pene antes de la expulsión del semen.
La mayoría de los hombres disfrutan con esta práctica sexual y según un reciente estudio, el 74,5% de los hombres ha recibido sexo oral alguna vez.
LA TÉCNICA DE LA FELACIÓN
- Una excelente forma de empezar una felación es no yendo directamente a estimular el pene, sino que se comenzará por toda la zona periférica, testículos, perineo, muslos, nalgas, barriga, ano, etc., besando, lamiendo e incluso mordisqueando las zonas menos sensibles.
- Una vez conseguida la excitación previa, en la que con toda seguridad gracias a ella el pene se encuentre ya erecto, se formará una O con los labios, poniéndolos cuidadosamente en la punta del miembro y moviendo la cabeza en círculos diminutos.
- Coloque los labios ajustándolos al tronco del pene, sin apretar y teniendo especial cuidado en no rozarlo con los dientes, recórralo primero a un lado y después al otro, coja la punta del pene suavemente entre los labios, con giros rápidos, besándolo cariñosamente y tirando hacia atrás de la piel.
- Prosiga deslizando el pene dentro de su boca tan profundamente como le sea posible y golpeando a la vez con la lengua repetidamente la punta del glande, continué combinando la succión, los movimientos circulares y la estimulación con la lengua, también puede masturbar el pene con la mano simultáneamente, aunque es mejor que su pareja le indique sus propios gustos al respecto, ya que puede excitarlo demasiado rápido o simplemente no gustarle.
- Experimentar siempre es bueno.
- Pruebe también a acariciar los testículos mientras lame y chupa el miembro, además del placer obvio que le va a producir su contacto también incrementará el calor en ellos y así la excitación.
- No sople nunca dentro del pene, ya que puede provocar una infección.
- Evidentemente estas son indicaciones muy generales, en las que se hace hincapié en las zonas a estimular, el ritmo y la atención total en las reacciones de su pareja, por lo que como apuntábamos al principio, es más importante la comunicación entre los amantes que la utilización de la técnica más refinada, ya que las caricias, besos y estímulos que excitan al máximo a un hombre pueden tener un efecto casi nulo en otro.
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